En el municipio de Tehuacán, Puebla, existe un ahuehuete milenial considerado como el segundo más grande de México debido a que cuenta con más de mil 700 años de vida y un ancho tronco por lo que ha sido venerado por generaciones.
Este “tule” se ubica en la junta auxiliar de San Lorenzo Teotipilco y se alimenta directamente de un manantial que atraviesa en esta zona, sin embargo en los últimos meses ha tenido un cambio preocupante, pues su ramaje ha cambiado de color, despertando temores sobre su salud y bienestar por lo cual, pobladores realizaron una ceremonia prehispánica pidiendo que el agua regrese al árbol y pueda seguir viviendo.
Con cubetas de agua en mano los vecinos se reunieron para para donársela al “abuelo ahuehuete”, también ofrecieron semillas, flores y frutos a la diosa del agua chalchiutlicue como símbolo de gratitud y súplica.
En esta ofrenda, pobladores de todas las edades ofrecieron cantos y algunas palabras suplicando a la madre Tierra no olvidarse de sus hijos y pidiendo hacer consciencia en el resto de los habitantes para cuidar el agua ante la época de sequía y las olas de calor.
“Todos llegamos a morir en un momento por falta de agua y nuestro árbol está muriendo por falta de agua. Hay un estudio que le hicieron los biólogos hace poquito.
El Biólogo dice que el ahuehuete es un árbol que ha vivido a través de las aguas minerales, y recomienda muy claro que si quiere vivir este árbol necesita agua mineral”, dijo para MILENIO el doctor Rafael Palma Márquez vecino de san Lorenzo Teotipilco.
Como una pronta respuesta, el Biólogo de la Reserva de la Biosfera, Fernando Reyes Flores, se comunicó con el Ejido de San Lorenzo Teotipilco, haciéndoles saber que para preservar esta especie no se le debe de regar cualquier agua, sino que debe de ser pura de manantial, por lo que les pidió cuiden y protejan a este árbol.
Mientras tanto, ejidatarios niegan que se haya vendido el agua que pertenece al pueblo, asegurando que el cambio en el color de algunas ramas es por la transición de invierno a primavera.
“Tenemos que cuidarlo, tenemos que protegerlo, y por tal motivo le pedimos a la gente que nos apoyará tirando su cubeta de agua en la fuente que tenemos a un lado, al fin y al cabo que hay en los mismos marcos del mismo árbol, pero ya va un poco más limpia en su propia agua del árbol, y no creo que sufra por ahí ya ningún daño.
“Ahí es donde nos piden que lo protejamos, que lo cuidemos, y vamos a trabajar de la mano con el inmóvil y nos sigue apoyando, y nos sigue dando instrucciones como podemos implementarle algo de riego de agua para que pueda también seguir viviendo, seguir teniendo la misma vida que ha tenido durante tantos años”, expresó, Santiago Miguel Rodríguez Sánchez, Comisariado Ejidal de San Lorenzo Teotipilco.
No obstante, los pobladores saben que su comunidad es rica en agua de manantial y que todos los que habitan esa zona se abastecen de estos líquidos curativos, por lo que están dispuestos a donar parte del agua que les llega a su hogar para que el ahuehuete se alimente, además piden que regrese el agua a su cauce pues aseguran que por la pavimentación también el agua ha cambiado su destino.
“Por eso también nos hemos dado a la tarea que se investiguen las lavanderías y los pozos de agua clandestinos que están absorbiendo el agua de manera desmedida, que se regule.
“Y los que estén con su permiso, que se regule, y los que no, que se clausure este plano. Porque agua en san Lorenzo hay mucha”. Juan de Dios Melquiades, Presidente del comité de Vecinos por la Defensa del agua.
Unidos en su amor y respeto por la naturaleza, esperan que esta ceremonia ancestral traiga consigo la protección y el restablecimiento del equilibrio en este venerado símbolo de la vida en Tehuacán esperando también el apoyo de las autoridades municipales y federales.
Mientras tanto, el acceso para que visitantes conozcan a este árbol ha sido clausurado por tiempo indefinido pues temen que las visitas puedan ocasionar daños al abuelo ahuehuete.
Articulo de: Carolina Espinosa Rivera (MILENIO)
