Julian Alaphilippe, que había “prometido ganar” por su padre, recientemente fallecido, sintió “alivio” al llevarse la segunda etapa de la Grande Boucle, pero “no vinimos aquí para ganar el Tour de Francia.
Julian Alaphilippe, que había “prometido ganar” por su padre, recientemente fallecido, sintió “alivio” al llevarse la segunda etapa de la Grande Boucle, pero “no vinimos aquí para ganar el Tour de Francia. Es mi quinta victoria de etapa (en el Tour) pero cada vez con una sensación diferente. Defenderé el maillot con honor, combatividad y un gran equipo. Seguiremos a la caza de etapas. Mi objetivo era ganar una etapa, está logrado. Y estoy de amarillo, todo lo demás a partir de ahora es un extra”, dijo.
Los corredores del Tour de Francia en su actual edición 107 iniciaron bajo amenaza: los equipos participantes en la ronda gala quedarán excluidos si hay dos casos positivos de Covid en su plantilla, incluidos directivos. Los medios de comunicación deben mantenerse a distancia y aún más el público, que este año se quedará sin selfies y autógrafos de los pedalistas.
Durante la primera semana, el recorrido multiplica las opciones de ataques en la travesía por el sur de Francia que pasa por los Alpes antes de los Pirineos el siguiente fin de semana. Entre los escaladores destacan varios sudamericanos (Carapaz, Nairo Quintana, Miguel Ángel López, Rigoberto Urán, Sergio Higuita y, por supuesto, Bernal), así como el debutante esloveno Tadej Pogacar.
El director del Tour, Christian Prudhomme confirmó dos casos positivos al Covid sobre 30 personas del equipo belga Lotto.
“Nadie sabe lo que va a pasar pero vamos a intentar llegar a París”, resumió el viernes David Brailsford, director del equipo Ineos, vencedor en siete de las últimas ocho ediciones de la Grande Boucle.
El Tour sucede gracias a que, de sus ingresos, los operadores de televisión generan el 60%, mientras que los patrocinios aportan en torno al 30% del presupuesto pese a la salida de Carrefour, que en 2019 ya no fue patrocinador principal de la cita.
