El pasado 21 de abril, el Estadio Santiago Bernabéu fue testigo de un nuevo capítulo en la histórica rivalidad entre el Real Madrid y el Barcelona. Un encuentro que, más allá del resultado final (victoria del Real Madrid por 3-2), estuvo marcado por la polémica y las decisiones arbitrales cuestionables.
Alineaciones:
Real Madrid: Lunin; Lucas Vázquez, Rüdiger, Tchouaméni, Camavinga; Modric, Kroos, Fede Valverde, Bellingham; Vinícius y Rodrygo.
Barcelona: Ter Stegen; Kounde, Araujo, Cubarsí, Cancelo; Christensen, De Jong; Gündogan, Raphinha; Lamine Yamal y Lewandowski.
Apenas en el minuto 18, el árbitro César Soto Grado pitó un penal a favor del Real Madrid tras una supuesta falta sobre Lucas Vázquez. La decisión generó la inmediata protesta del Barcelona, que reclamó la revisión del VAR al considerar que el contacto no fue claro. Soto, sin embargo, se mantuvo firme en su decisión y Vinícius Júnior convirtió el empate a uno desde los once metros.
La polémica continuó poco después, cuando un disparo de Lamine Yamal para el Barcelona pareció superar la línea de gol. Las repeticiones mostraron que el balón, aunque rozó el poste, no cruzó completamente la línea a pesar de que el portero del Real Madrid, Andriy Lunin, ya se encontraba dentro de la portería. Soto, nuevamente, no concedió el gol, generando indignación en el equipo blaugrana y en gran parte de la afición.
Reacciones y Repercusiones
Las decisiones arbitrales del Clásico no tardaron en generar reacciones en el mundo del fútbol. Felipe Ramos Rizo, analista arbitral de ESPN, calificó el penal como “inexistente”, mientras que el presidente de La Liga, Javier Tebas, publicó un mensaje en sus redes sociales con la frase “Sin comentarios”, acompañado de capturas de pantalla que señalaban errores del ojo de halcón.
La polémica arbitral ha ensombrecido el resultado del partido y ha reavivado el debate sobre el uso de la tecnología en el fútbol. El Barcelona, por su parte, anunció que presentará una queja formal a la Federación Española de Fútbol por las decisiones de Soto Grado.
Más allá del Resultado
El Clásico del pasado domingo dejó un sabor amargo para muchos aficionados al fútbol, más allá del resultado final. La polémica arbitral ha empañado el espectáculo y ha generado dudas sobre la transparencia del juego. Es importante que se revise a fondo lo sucedido y se tomen las medidas necesarias para que este tipo de situaciones no se repitan en el futuro. El fútbol merece ser un deporte limpio y justo, donde las decisiones arbitrales no sean el centro de atención y la victoria se defina en el campo.