Pueblos indígenas de México
PUEBLOS INDIGENAS
Desde los tiempos coloniales, la división de los estratos sociales ha sido muy severa con los grupos indígenas. Se ha intentado (supuestamente) tomar en cuenta a estos grupos, desde combinar los nombres nativos con los cristianos (San José Iztacalco, Santa María Tlahuitoltepec, etc.) como aludir al pasado prehispánico para glorificar al “indio”, para que formen parte de la nación mexicana, aunque ahora los indígenas son discriminados y lamentablemente se les considera gente torpe. ¿De qué nos sirve valorar nuestro innegable legado cultural si al indígena actual se le discrimina y no se le toma en cuenta como parte importante de nuestro país? De nada, incluso para mi es algo hipócrita, ya que ante el extranjero presumimos mucho sobre la civilización del imperio mexica, de los mayas, mixtecos, etc., pero a la gente que habita en esos lugares en la actualidad no siempre se les trata como personas, sino como indios ignorantes, sucios, analfabetos; hasta a las personas cercanas cuando se les quiere insultar por su timidez se les dice “no seas indio”.
La mayoría de estos grupos carecen de una educación integral, ya que hay diversos factores que perjudican su preparación académica: la falta de escuelas, falta de recursos económicos, falta de interés por una pobre divulgación, y muchas más, lo cual padece todo el país, pero tendemos a pensar que eso pasa sólo en lugares remotos. También hay algo injusto en la denominación del concepto indígena, que independientemente de su etimología o de la confusión europea cuando llegaron a América, ¿alguien, ya sea un político, un antropólogo, un estudiante o una ama de casa, se ha molestado en preguntarle a algún habitante de una comunidad como quiere que se les llame? Esta duda me surgió a raíz de una conversación que tuve con un buen amigo que pertenece a uno de estos grupos, ya que él me dijo que nosotros (la gente externa a sus pueblos) los denominamos arbitrariamente como indígenas, cuando ellos prefieren decir “Pueblos Originarios”, para quitar esa carga que impone estereotipos y excluye masas.
En el plano económico, cada uno de estos pueblos originarios tienen circunstancias distintas, algunos están peor que otros. Hay muchas cosas que afectan la economía de los pueblos, y una de las más graves consecuencias es la migración, lo que provoca que las tradiciones y costumbres en estos tiempos se estén perdiendo, ya que cuando los migrantes regresan a sus respectivos pueblos traen consigo “nuevas mañas” que adquieren en las ciudades, si es que vuelven a su pueblo, nuevas mañas como la telefonía celular, ropa y calzado de marcas prestigiosas, cambio de alimentación por la inclusión de marcas de alimentos chatarra, y otros cambios que afectan la identidad de estos pueblos. Muchos de los que han sido migrantes vuelven, afortunadamente, con el compromiso de cambiar la realidad de su comunidad, como maestros de escuelas o cualesquiera que sean las habilidades que hayan adquirido para este fin.
El punto al que pretendo llegar es que, como futuro antropólogo, debemos eliminar todos aquellos prejuicios sobre los pueblos “indígenas”, dejar de nombrarlos y tratarlos como nuestro “objeto” de estudio; porque son personas, no cosas. Así mismo tampoco debemos transferirnos al otro extremo de hacerlos las víctimas de la tiranía del gobierno, de las demás personas, etc.; ya que también tienen grandes y graves defectos que remediar, pero como parte importante de México, no como algo exótico y lejano.
